La Herramienta de monitoreo de los pueblos es una iniciativa de la Red Mundial por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición que tiene por objeto servir de guía a las comunidades, los movimientos, la sociedad civil, el mundo académico e incluso los funcionarios públicos en el monitoreo del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas (DHANA), basándose en un entendimiento holístico de este derecho.
Introducción
Introducción
Las violaciones de este derecho resultan de la incapacidad de los Estados para respetar, proteger o realizar los derechos de las personas, por ejemplo, contribuyendo directamente o tolerando el acaparamiento de tierras y océanos, las expulsiones forzosas, el matrimonio infantil y la violencia basada en el género, la explotación laboral, el uso de agroquímicos dañinos, la criminalización de las personas que lideran los movimientos sociales y que defienden los derechos humanos, y la comercialización abusiva de comida basura. Estas violaciones provocan hambre, malnutrición y pérdida de medios de vida. Reflejan la falta de soberanía de las personas sobre sus propias vidas y cuerpos y, aún más importante, el fracaso de los Estados para cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos suscritas a nivel internacional.
Frente a tales desafíos, los pueblos, las comunidades y los grupos de base se han estado movilizando en torno al derecho a una alimentación y nutrición adecuadas como forma de unificar sus luchas, exigir cuentas a los gobiernos y desarrollar políticas y legislaciones para proporcionar condiciones estructurales para lograr la soberanía alimentaria y vidas dignas.
¿Por qué es importante el monitoreo?
Garantizar que las políticas son coherentes y que responden adecuadamente a las causas estructurales y subyacentes del hambre y la malnutrición es de vital importancia para la realización del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y otros derechos conexos. Como consecuencia, la forma en que se define, mide y monitorea el hambre se convierte en un aspecto crucial, ya que en última instancia afecta al diseño y la aplicación de las políticas. Por lo tanto, el monitoreo no es un simple proceso técnico o “neutral”, sino más bien un proceso activo con implicaciones políticas. Si bien los actuales métodos y mediciones convencionales para calcular el número de personas hambrientas y malnutridas en todo el mundo (como el informe SOFI) proporcionan información interesante, plantean problemas metodológicos y no logran brindar una imagen completa del hambre. En gran parte, estos mecanismos de monitoreo se “centran en la seguridad alimentaria” y dependen de datos cuantitativos que miden la ingesta calórica, los ingresos o los gastos relacionados con la alimentación, y la producción agrícola, entre otros indicadores. Como resultado, los relatos dominantes y las recomendaciones de políticas en materia de hambre y malnutrición se han centrado en el precio de las dietas saludables, las ineficiencias de la producción de alimentos o las catástrofes naturales. El enfoque de derechos humanos, que captura las dimensiones múltiples, las causas originarias y las consecuencias del hambre, está ausente. En consecuencia, en los ejercicios de monitoreo convencionales hay una falta de indicadores cruciales para abordar las cuestiones de la discriminación (vinculada, entre otras cosas, al género, la raza/etnia o la condición socioeconómica), los patrones de propiedad y acceso a la tierra, la participación popular, la gobernanza, la rendición de cuentas y la coherencia de las políticas con los derechos humanos.
Por lo tanto, el monitoreo del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas es una actividad fundamental para construir estrategias de incidencia que aborden las causas originarias del hambre y la malnutrición y exijan cuentas a los Estados por estas. Como ejemplo, Solidaritas Perempuan (Solidaridad de las mujeres para los derechos humanos), miembro de la Red Mundial por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición en Indonesia, elaboró una Guía para evaluar el cumplimiento del derecho a la alimentación de las mujeres y prestó apoyo a 504 mujeres para monitorear su derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y evaluar dónde y por qué persisten las violaciones en la actualidad. Los hallazgos de este ejercicio recalcaron los numerosos desafíos que afrontan las mujeres para realizar su derecho a una alimentación y nutrición adecuadas debido a sistemas patriarcales, socioculturales y estatales que ignoran las experiencias y los conocimientos de las mujeres. Las mujeres desarrollaron distintas iniciativas con miras a reclamar sus derechos. Por ejemplo, las campesinas de los pueblos de Sidodadi, Mahalo y Kuku están construyendo sistemas alimentarios locales, y las mujeres en Makassar han abogado para que el gobierno reconozca las zonas costeras de Cambaya y Tallo como las gestionan las personas que se dedican a la pesca artesanal.
Las metodologías predominantes de monitoreo del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas también requieren un replanteamiento en términos de colaborar de manera significativa con aquellas personas afectadas por la inseguridad alimentaria y la malnutrición, en lugar de considerarlas como meros objetos de estudio. Estas personas y comunidades son los “expertos” reales que deberían ser incluidos en el diseño de metodologías de monitoreo, la definición de prioridades y la elaboración de políticas. También pueden proporcionar evaluaciones cualitativas del bienestar y las capacidades humanas que permiten entender mejor las causas estructurales subyacentes del hambre y la malnutrición que las cantidades masivas de datos estadísticos a menudo apoyados por corporaciones que ignoran las experiencias vividas de las personas que afrontan inseguridad alimentaria y hambre.
¿Qué es la Herramienta de monitoreo de los pueblos?
El proceso iniciado para monitorear el uso y la aplicación de las Directrices sobre el derecho a la alimentación en el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de las Naciones Unidas en 2018 brindó una oportunidad significativa para reforzar la importancia de las políticas y programas sobre el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas en el plano nacional, y para reconocer la contribución que ha realizado el CSA en apoyo a la interpretación normativa y las orientaciones sobre este derecho desde su reforma en 2009. El Mecanismo de la sociedad civil y los pueblos indígenas (MSC) —una parte autónoma del CSA que facilita la participación de la sociedad civil en los procesos de políticas del CSA— contribuyó con un informe para evaluar el uso y la aplicación de las Directrices sobre el derecho a la alimentación.
El informe tenía por objeto evaluar plenamente los progresos realizados desde la adopción en 2004 de las Directrices, incluidos numerosos logros en foros de políticas internacionales alcanzados en gran parte gracias a los esfuerzos y la organización de las luchas sociales en cuestiones como las mujeres rurales, los derechos de tenencia, los derechos de los y las campesinas, la pesca en pequeña escala y las crisis prolongadas. Este proceso también puso de manifiesto la necesidad fundamental de reevaluar las estrategias y enfoques existentes para monitorear el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas.
La Herramienta de monitoreo de los pueblos es una iniciativa de la Red Mundial por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición que pretende construir sobre la base de metodologías de monitoreo previas, en especial el informe titulado Vigilando la acción estatal contra el hambre de FIAN Internacional (2007), e ir más lejos, hacia un entendimiento más holístico y sistémico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas (véase el capítulo sobre el enfoque holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas). La Red Mundial, fundada en 2013, es en sí un testimonio de la evolución del entendimiento del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y de la consiguiente ampliación del movimiento en favor de este derecho. La Red está formada por organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, movimientos sociales y organizaciones comunitarias, y apoya una amplia gama de cuestiones y luchas, que van desde los derechos de las mujeres hasta la salud pública, desde las personas afectadas por proyectos de desarrollo hasta las comunidades pesqueras.
La Herramienta de monitoreo de los pueblos tiene por objeto servir de guía a las comunidades, los movimientos, la sociedad civil, el mundo académico e incluso los funcionarios públicos en el monitoreo del DHANA, basándose en un entendimiento holístico de este derecho y en una perspectiva de los sistemas alimentarios. Proporciona herramientas útiles y un marco para evaluar si los Estados están cumpliendo sus obligaciones en relación con el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas en los sistemas alimentarios y cómo lo están haciendo.
La Herramienta de monitoreo de los pueblos es el resultado de un ejercicio colectivo de los miembros de la Red Mundial. Debería ser considerada como un instrumento vivo que se adapta a la evolución del entendimiento del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, y a las lecciones extraídas de su uso sobre el terreno.
¿Cómo debe utilizarse la herramienta?
La Herramienta de monitoreo de los pueblos se estructura en torno a seis módulos temáticos distintos:
- Sistemas alimentarios y dietas saludables y sostenibles;
- Los derechos de las mujeres;
- Los derechos medioambientales;
- La democracia y la rendición de cuentas;
- Los derechos laborales; y
- La soberanía alimentaria y el control sobre los recursos naturales.
¿Cómo debe utilizarse la herramienta?
La Herramienta de monitoreo de los pueblos se estructura en torno a seis módulos temáticos distintos:
- Sistemas alimentarios y dietas saludables y sostenibles;
- Los derechos de las mujeres;
- Los derechos medioambientales;
- La democracia y la rendición de cuentas;
- Los derechos laborales; y
- La soberanía alimentaria y el control sobre los recursos naturales.
¿Cómo debe utilizarse la herramienta?
Cada módulo tiene por objeto proporcionar orientaciones sobre cómo monitorear las obligaciones de los Estados en materia del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas en relación con el tema específico que se esté abordando. Todos siguen la misma estructura: Una breve introducción sobre el tema y cómo se relaciona con el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, cuáles son las obligaciones estatales correspondientes, una lista de palabras clave (cuestiones básicas y principales desafíos), y una lista de los principales instrumentos internacionales y regionales en los que se consagra y elabora el derecho en relación con el tema específico. Las preguntas de orientación conforman el cuerpo principal de cada módulo. Al responder a estas preguntas de orientación se puede evaluar el cumplimiento del Estado en cuestión de sus obligaciones en materia del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas en distintos niveles:
- Estructura: ¿Cuáles son las estructuras jurídicas e institucionales dentro del Estado?
- Proceso: ¿Qué medidas específicas adopta el Estado?
- Resultado: ¿Qué se ha logrado?
Cada módulo proporciona igualmente orientaciones sobre dónde encontrar información pertinente para responder a las preguntas de orientación (por ejemplo, legislaciones, estadísticas de la FAO, datos del nivel nacional), y concluye con una lista de referencias para el tema específico del módulo.
A la hora de llevar a cabo un ejercicio de monitoreo, es aconsejable combinar diferentes módulos en función del foco específico. Como es natural, existen solapamientos entre los distintos temas y, en consecuencia, las preguntas de orientación. El capítulo de introducción sobre el enfoque holístico del derecho a la alimentación y a la nutrición proporciona a los usuarios un mejor entendimiento de la conceptualización actual de este derecho y, por lo tanto, del marco tras las preguntas de orientación.
Ejemplo: ¿Cómo elegir los módulos adecuados?
Las personas que trabajan en las plantaciones de té en la India son principalmente mujeres, sus condiciones de trabajo son terribles y sus salarios tan bajos que no pueden alimentarse adecuadamente. Si se desea monitorear cómo está realizando el Estado indio su obligación en relación con el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas de las trabajadoras de las plantaciones de té, se podría considerar recurrir a los módulos 1 (sistemas alimentarios y dietas saludables y sostenibles), 2 (derechos de las mujeres) y 5 (derechos laborales).
Métodos de recopilación de información
La Herramienta de monitoreo de los pueblos emana de la convicción de que las personas y las comunidades en la línea del frente son las que mejor conocen su situación local y pueden dar testimonio de los obstáculos a los que se enfrentan para alimentarse adecuadamente y alimentar a sus familias. La Herramienta tiene por objeto respaldar los procesos de análisis participativo y recopilación de pruebas con las comunidades que reclaman sus derechos y al servicio de estas.
Las preguntas de orientación se centran en lo que los Estados (los “titulares de obligaciones”) están haciendo o no, ya que esto proporciona la base para evaluar dónde han fallado en sus obligaciones en materia de derechos humanos, y para reclamar un cambio. No obstante, antes de entrar en este análisis, se puede empezar con algunas preguntas básicas para obtener una imagen general y más espontánea de la situación y los principales desafíos desde la perspectiva de las personas afectadas.
Por ejemplo:
- ¿Cuál es la situación de la inseguridad alimentaria y la malnutrición en su país/región/comunidad?
- ¿Cuáles son los principales obstáculos/desafíos a los que se enfrentan las personas para alimentarse y alimentar a sus familias?
- ¿La situación siempre ha sido así o ha cambiado en el pasado reciente? Si ha cambiado, ¿por qué razones?
Plantear estas preguntas ayudará a conectar la situación concreta y las experiencias vividas por las personas con el marco normativo, jurídico e institucional vigente, y ayudará a determinar las esferas críticas en las que se necesita un cambio. Con este primer “análisis del problema” en mente se puede pasar a las preguntas de orientación para comprender más a fondo el origen de los desafíos y cuáles han sido las respuestas del Estado.
- ¿Qué está haciendo el Estado para apoyar a las personas/responder a estos desafíos? ¿Cuál es el marco jurídico, normativo e institucional vigente? ¿Contribuye a la realización del derecho a la alimentación o más bien lo socava?
- ¿Dónde está la brecha? ¿Cómo han de cambiar las políticas públicas, las legislaciones, los programas, las instituciones, las medidas, etc., para hacer frente a los obstáculos que encuentran las personas para alimentarse y garantizar el derecho a la alimentación y la nutrición?
Con esto se puede construir una agenda de incidencia que implique un análisis claro del problema desde la perspectiva de los propios grupos afectados, un análisis de los marcos normativos, jurídicos e institucionales existentes que dan lugar al problema y/o no lo afrontan, y propuestas iniciales sobre cómo se pueden abordar las deficiencias.
Pueden aplicarse varios métodos creativos, además de la investigación convencional, para responder a las preguntas de orientación, por ejemplo, técnicas a menudo utilizadas en la investigación de acción participativa, como la cartografía comunitaria y territorial, los debates de grupo específicos, las observaciones, las historias y anécdotas o la fotografía y la voz, entre otras.
La Herramienta de monitoreo de los pueblos puede combinarse con otras herramientas, como el Manual y las Herramientas sobre OET (orientaciones para analizar y argumentar casos de violaciones extraterritoriales de los derechos) o la publicación Cocinemos agendas políticas: una guía feminista sobre el derecho a la alimentación y a la nutrición para las mujeres en las zonas rurales (una guía metodológica para construir agendas de incidencia
en torno al derecho a la alimentación y a la nutrición de las mujeres rurales), dependiendo del foco particular del ejercicio de monitoreo. Al final de cada módulo se pueden encontrar recomendaciones de conjuntos de herramientas más específicos y otros materiales (“Recursos útiles”)
Utilización de la Herramienta para la incidencia
El objetivo final de utilizar la Herramienta de monitoreo de los pueblos, como ya se ha mencionado anteriormente, es garantizar que las políticas aborden y respondan a las causas estructurales del hambre y contribuyan a la realización del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas. El proceso de monitoreo en sí mismo, así como el resultado del mismo, pueden transformarse en medidas concretas de las personas y las comunidades para exigir que los Estados rindan cuentas. Estos son algunos ejemplos:
- Abogar por cambios en las políticas y medidas de las autoridades nacionales
Al presentar información específica y concreta que subraya claramente el fracaso de un Estado a la hora de garantizar el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, las comunidades pueden tener una mayor influencia para presionar a ese Estado a fin de que realice los cambios apropiados en las políticas y adopte las medidas adecuadas.
- Generar concienciación pública acerca del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y el cumplimiento por parte del Estado de sus obligaciones en materia de derechos humanos
Las frecuentes situaciones de abusos y violaciones del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas inducen al público en general a creer que esa condición es normal, ha de tolerarse o no puede cambiarse. A menudo, las personas no son conscientes del terrible impacto de las políticas públicas inadecuadas e insuficientes. El resultado del monitoreo, acompañado de una estrategia de comunicación/medios de comunicación bien pensada, puede ayudar a sensibilizar a la sociedad en general a fin de que alce su voz para cambiar una situación injusta.
- Elaborar informes de monitoreo (por ejemplo, informes a las comisiones nacionales de derechos humanos e informes paralelos al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales [CDESC] de las Naciones Unidas)
El ejercicio de monitoreo puede sacar a la luz violaciones del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas que hasta ahora eran invisibles, de modo que puedan ser llevadas a los tribunales por abogados y defensores de los derechos humanos, o ser puestas en conocimiento de comisiones nacionales y organismos internacionales de derechos humanos, como el CDESC. Esto puede generar presión internacional al poner de relieve el incumplimiento de las normas internacionales por parte del Estado y, por lo tanto, conducir a la mejora de las situaciones problemáticas o incluso resultar en el cese de las violaciones.
Como fuente de inspiración sobre vías específicas de incidencia, véase el siguiente estudio de caso de Malí.
Construir cabildeo colectivo en favor de los derechos de las mujeres en Malí utilizando la Herramienta de monitoreo de los pueblos
Un seminario de dos días organizado por UACDDDD[1] y ADDAD[2] reunió a 26 mujeres y niñas rurales de distintas regiones de Malí para intercambiar sobre diversas cuestiones que afectan a la realización de sus derechos humanos. Utilizaron el módulo sobre los derechos de las mujeres de la Herramienta de monitoreo de los pueblos para probar su utilidad en su contexto. El objetivo también era elaborar un plan para el cabildeo colectivo utilizando los resultados del ejercicio de monitoreo. Las participantes en el seminario procedían de grupos de mujeres creados en los pueblos donde UACDDDD está apoyando programas para asegurar las tierras comunitarias por medio del establecimiento de comisiones de tierras de los pueblos mixtas desde el punto de vista del género. Por otro lado, las participantes de ADDAD fueron mujeres y niñas que migraron de sus pueblos y que trabajan como trabajadoras del hogar en las ciudades. El seminario estuvo facilitado por representantes de UACDDDD y ADDAD, y consistió en presentaciones y discusiones de grupo en las que las mujeres pudieron definir libremente los derechos humanos que eran más pertinentes para sus vidas diarias y los que querían defender colectivamente. Entre estos estaban el derecho a la tierra, el derecho a la salud y el bienestar (incluido el derecho a la educación y la seguridad y la protección social), el derecho al respecto, a la integridad física, a la no discriminación, a la libertad de expresión (en torno al matrimonio, el divorcio y el abuso sexual de las niñas como cuestiones definidas por las trabajadoras del hogar), y el derecho al trabajo. Las participantes apreciaron enormemente el espacio abierto y colectivo en el que pudieron expresar plenamente sus inquietudes y debatir cuestiones que son cruciales para ellas. Al final del seminario las participantes redactaron recomendaciones para pedir al Estado la creación de comedores en las escuelas a fin de dar a las y los niños más oportunidades de alcanzar una educación superior, y para solicitar a los funcionarios estatales la realización de encuestas para averiguar el porcentaje de mujeres que llegan a la educación superior y el porcentaje de mujeres malnutridas.
El enfoque holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas
El enfoque holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas
El contenido preciso de este derecho y las correspondientes obligaciones estatales se detallaron más adelante en la Observación general N.º 12 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (CDESC) (1999), y se elaboraron en mayor profundidad en las Directrices de la FAO sobre el derecho a la alimentación de 2004.
Si bien estos instrumentos han servido para fomentar el entendimiento del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas, adoptan predominantemente una perspectiva de seguridad alimentaria, que lo considera como el derecho a productos alimentarios, o a acceder a alimentos que sean adecuados e inocuos. En cambio, un enfoque holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas sigue los principios de interdependencia e indivisibilidad de todos los derechos humanos, y reconoce la importancia de cada uno de ellos para la realización del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas. Por ejemplo, requiere prestar atención de manera integrada a los derechos de las mujeres, el derecho a la salud, el derecho a la libertad de asociación y el derecho a un medio ambiente sano. El entendimiento holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas va más allá de una perspectiva limitada de seguridad alimentaria y consagra firmemente el derecho en el marco de la soberanía alimentaria. De este modo, hace hincapié en la autonomía de las personas, las dinámicas de poder y la participación para la realización del DHANA, planteando importantes cuestiones sobre quién tiene el control de los recursos naturales y la producción de alimentos, así como el intercambio y el consumo de los mismos. Fundamentalmente entiende que este derecho no puede realizarse en un vacío y, en consecuencia, considera las distintas condiciones políticas, sociales, culturales y medioambientales que rodean a la alimentación y la nutrición.
El enfoque holístico hace hincapié en la dimensión nutricional de la alimentación y supera la separación artificial entre alimentación y nutrición. El derecho a la alimentación no se realiza con la simple ingesta de alimentos, sino más bien cuando tales alimentos conducen al bienestar nutricional. La nutrición tiene que ver con cómo los alimentos se transforman en seres humanos sanos que son capaces de aprovechar su pleno potencial y tener vidas dignas. La dimensión de nutrición y salud de los alimentos no puede separarse de la forma de producirlos. Los alimentos nutritivos son alimentos producidos de manera sostenible y saludable, utilizando prácticas agroecológicas, que proporcionan dietas nutricionalmente ricas, diversas, saludables y culturalmente apropiadas.
Un enfoque holístico del DHANA ubica los derechos de las mujeres en el centro. La discriminación basada en el género y la violencia contra las mujeres son las principales causas estructurales del hambre y la malnutrición, y cada vez más las mujeres y las niñas representan la abrumadora mayoría de las personas hambrientas en el mundo. La violencia contra las mujeres se manifiesta durante todo su ciclo de vida, conduce a la pérdida del control sobre sus vidas y cuerpos, y limita su autodeterminación y sus derechos a la participación.
La falta de acceso de las mujeres a los recursos naturales también es una causa subyacente de la desproporcionada diferencia de género en la prevalencia del hambre y la malnutrición en todo el mundo, ya que las prácticas jurídicas y consuetudinarias continúan excluyendo a las mujeres de los derechos de tenencia.
Situar los derechos de las mujeres en el centro del entendimiento holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas es reconocer también la función vital que desempeñan en la nutrición de las nuevas generaciones. La violencia basada en el género, especialmente contra las niñas, que lleva a embarazos adolescentes, matrimonios forzados precoces y mano de obra infantil, contribuye a la reproducción social de la pobreza y a la deficiente salud nutricional de las mujeres y sus hijas e hijos.
El enfoque holístico del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas recalca la importancia de incorporar una perspectiva de sistemas alimentarios al analizar las políticas y medidas de los Estados en relación con el derecho a la alimentación y la nutrición. Considerar los sistemas alimentarios en su totalidad significa prestar atención a las distintas interacciones, agentes, elementos y actividades relacionados con la producción, transformación, distribución, preparación y consumo de alimentos, y a cómo estos repercuten en el derecho a la alimentación y a la nutrición. Por lo tanto, es importante entender que los sistemas alimentarios no solo producen alimentos, sino que cumplen muchos objetivos públicos diferentes en los ámbitos de la salud, la cultura, el medio ambiente, los medios de vida y la cohesión social. En este sentido, su impacto en el derecho a la alimentación y a la nutrición es multidimensional.
Por ejemplo, al considerar las dietas saludables, no es suficiente con centrarse en hacer que los alimentos saludables sean accesibles (por ejemplo, asequibles) para las personas. En lugar de ello, hay que tener en cuenta lo siguiente: cómo se producen los alimentos (por ejemplo, si se diversifica la producción agrícola y se preserva la salud del suelo), si se proporcionan condiciones laborales y salariales dignas (por ejemplo, si las trabajadoras pueden amamantar a sus hijas e hijos y no están expuestas a productos tóxicos; si los trabajadores pueden permitirse comprar alimentos saludables), y si se fomentan las culturas alimentarias locales y el intercambio de conocimientos (algo fundamental, por ejemplo, para preservar los conocimientos sobre prácticas culinarias saludables). La perspectiva de los sistemas alimentarios pone de relieve la interconexión de los distintos elementos y que no se puede abordar una dimensión del derecho a la alimentación —como la nutrición— sin abordar otras, como los derechos de las personas trabajadoras, los campesinos o las mujeres.
La plena realización del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y derechos conexos requiere sistemas alimentarios basados en los derechos humanos y la soberanía alimentaria, que prioricen el interés público y reconozcan los alimentos como parte de los bienes comunales de las sociedades humanas, en lugar de como una mera mercancía intercambiable.
¿Qué obligaciones tienen los Estados en relación con el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas?
Como todas las obligaciones en materia de derechos humanos, las obligaciones de los Estados en materia del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas son triples: los Estados tienen la obligación de i) respetar, ii) proteger y iii) realizar este derecho.
La obligación de respetar puede entenderse como una obligación de “no hacer daño”, que requiere que los Estados se abstengan de adoptar acciones o medidas que puedan afectar al disfrute del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas. Por ejemplo, las políticas o programas estatales que restringen el acceso o destruyen las fuentes y los medios de acceso a los alimentos de las personas (por ejemplo, tierras o cultivos), o que limitan su acceso a los alimentos mediante la privación de ingresos, constituyen violaciones de la obligación de un Estado de respetar el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas.
La obligación de proteger requiere que los Estados garanticen que los individuos o los agentes no estatales, como las corporaciones, no vulneren el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas de otros pueblos. En virtud de esta obligación, los Estados deben tomar medidas para regular a los agentes no estatales, por ejemplo, garantizar que los alimentos comercializados por las empresas sean seguros y saludables, proteger la lactancia materna circunscribiendo la comercialización de sucedáneos de la leche materna, o proteger a las comunidades del acaparamiento de tierras corporativo.
La obligación de realizar implica tanto la obligación de facilitar como la de proporcionar este derecho. La obligación de facilitar requiere que los Estados tomen medidas para potenciar las capacidades de los pueblos para ejercer y realizar el DHANA. Por ejemplo, esto podría incluir medidas que fomenten activamente la lactancia materna o dietas saludables y sostenibles por medio de la promoción de entornos alimentarios saludables en las escuelas u otros lugares públicos. Por otro lado, la obligación de proporcionar es una obligación de los Estados de proporcionar directamente a las personas los medios y condiciones para ejercer el DHANA cuando no pueden hacerlo por razones que escapan a su control. Los programas de protección social, entre otras formas de apoyo estatal, ejemplifican esta obligación, que tiene por objeto establecer estrategias para que las personas recuperen su capacidad de ejercer este derecho.
Si bien los Estados tienen la obligación de realizar progresivamente el DHANA de acuerdo con el “máximo de recursos disponibles” (de forma similar a otros derechos económicos, sociales y culturales), deben adoptar medidas inmediatas a tal efecto y para eliminar toda forma de discriminación en la realización de este derecho. Asimismo, los Estados tienen la obligación de abstenerse de adoptar medidas regresivas en materia del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas. Por último, tienen la obligación de garantizar una protección básica mínima del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas independientemente de los recursos de que dispongan, como garantizar la protección inmediata contra la inanición.
Obligaciones extraterritoriales de los Estados
Las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos (incluido el DHANA) no se detienen en sus fronteras y no pueden entenderse como estrictamente limitadas al territorio de cada Estado. En muchos casos, los Estados pueden tomar medidas que repercuten negativamente en el disfrute del DHANA de las personas en otros países.
Por ejemplo, las políticas de cooperación para el desarrollo de algunos Estados pueden provocar desplazamientos, acaparamiento de tierras, destrucción de los medios de vida de los pueblos y, en última instancia, violaciones del DHANA en otros Estados. Por lo tanto, los Estados también tienen la obligación extraterritorial de respetar el DHANA, garantizando que sus políticas, por ejemplo en los ámbitos del comercio, la inversión y la cooperación para el desarrollo, no perjudiquen este derecho. Esto requiere que monitoreen sus políticas y lleven a cabo evaluaciones de impacto en los derechos humanos para prevenir violaciones del DHANA más allá de sus fronteras. Los Estados también tienen la obligación extraterritorial de proteger el DHANA, por ejemplo, regulando las actividades de las empresas que controlan o que tienen su sede en su territorio, para asegurarse de que no afectan negativamente a este derecho durante sus actividades comerciales en el extranjero. La obligación extraterritorial de realizar el DHANA es también una obligación de apoyar su realización universal contribuyendo a la creación de un entorno internacional propicio.
Estas obligaciones extraterritoriales emanan de la Carta de las Naciones Unidas, el PIDESC, y las interpretaciones de las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos en los órganos de tratados de las Naciones Unidas. También se aclaran y detallan en los Principios de Maastricht sobre las obligaciones extraterritoriales de los Estados, que sirven como herramienta útil en este sentido. Además, el Consorcio ETO, una red de organizaciones que promueven la aplicación de las obligaciones extraterritoriales de los Estados, ha elaborado un Manual y Herramientas que orientan a las comunidades afectadas y a las organizaciones de la sociedad civil a la hora de exigir cuentas a los Estados por las violaciones extraterritoriales de los derechos humanos.
El documento de visión del MSC sobre los sistemas alimentarios y la nutrición
El documento de visión del MSC fue redactado a través de un proceso autónomo, autoorganizado y participativo por el Grupo de trabajo sobre sistemas alimentarios y nutrición del Mecanismo de la sociedad civil y los pueblos indígenas (MSC) para las relaciones con el CSA. Cuando el CSA se embarcó en el proceso de elaboración de las Directrices voluntarias sobre los sistemas alimentarios y la nutrición en 2018, el Grupo de trabajo del MSC inició un proceso paralelo de construcción de su propia visión para las Directrices con miras a transformar los sistemas alimentarios, que ha orientado la participación del MSC durante todo el proceso de convergencia de políticas del CSA.
Su construcción ha evolucionado desde entonces y sigue siendo un documento vivo. Se fundamenta sobre las experiencias y luchas de los sectores del MSC, en concreto, las y los agricultores a pequeña escala, pastoralistas, pescadores artesanales, pueblos indígenas, trabajadores agrícolas y alimentarios, personas sin tierra, mujeres, jóvenes, consumidores, habitantes urbanos que sufren inseguridad alimentaria y organizaciones no gubernamentales (ONG). En el documento de visión se proporcionan definiciones básicas y un conjunto de principios rectores que deberían observarse para remodelar los sistemas alimentarios con miras a hacer que sean saludables, sostenibles y justos. Se presentan además una serie de intervenciones normativas en los siguientes cinco ámbitos fundamentales de los sistemas alimentarios, antes de indicar finalmente una serie de sistemas y ámbitos de políticas conectados en los que son necesarios cambios y una transformación estructurales para garantizar la coherencia de las políticas.
Es con profunda decepción y desaliento que el MSC decidió colectivamente que las Directrices voluntarias del CSA sobre los sistemas alimentarios y la nutrición, aprobadas por los Estados miembros en febrero de 2021, son inadecuadas para lograr la transformación urgentemente necesaria de los sistemas alimentarios. Por lo tanto, será el documento de visión colectiva, y no las Directrices, el que guiará a los sectores del MSC en el futuro.
Una iniciativa de
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Pie de Imprenta
Publicado por FIAN Internacional para la Red Mundial por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición
Coordinadoras/es: Daniel Fyfe, Emily Mattheisen, Laura Michéle, Ayushi Kalyan, Yifang Tang (FIAN Internacional)
Autoras/es: Astrud Beringer, Angélica Castañeda Flores, Charlotte Dreger, Daniel Fyfe, Valentin Hategekimana, Ayushi Kalyan, Glory Lueong, Laura Michéle, Alejandra Morena, Andrea Nuila, Sabine Pabst, Philip Seufert, Yifang Tang (FIAN Internacional)
Un agradecimiento especial a los siguientes miembros de la Red Mundial por el Derecho a la Alimentación y a la Nutrición, a FIAN Internacional y a otras organizaciones asociadas por su apoyo en la revisión del contenido de los diferentes módulos de esta publicación: Association de Défense des Droits des Aides Ménagères et Domestiques, Mali (ADDAD), Ekologi Maritim, Indonesia (EKOMARIN), El Poder del Consumidor, México, FEDO, Nepal, FIAN Brasil, FIAN Colombia, FIAN Alemania, FIAN Indonesia, FIAN Grupo de Pakistán, FIAN Sri Lanka, FIAN Suecia, FIAN Uganda, Sindicato Internacional de Alimentos, Agricultura, Hoteles, Restaurantes, Catering y Tabaco y la Asociación de Trabajadores Aliados (UITA), Katarungan, Filipinas, Campaña nacional sobre los derechos humanos de los dalits, India (NCDHR), Organización Nacional de Solidaridad Pesquera, Sri Lanka (NAFSO), Red Nacional del Derecho a la Alimentación Malawi, Solidaritas Perempuan Indonesia, Union des Associations et Coordinations d’Associations pour le Développement et la Défense des Droits des Démunis, Mali (UACDDDD), YAC Nepal.
Arte & Diseño: btta.cc
Traducción al español: Rodrigo Ginés Salguero
Financiado por: Brot für die Welt y Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE)
DICIEMBRE 2021